De la biblioteca clásica a la biblioteca proactiva

30 agosto, 2017 at 08:09

Las bibliotecas han cambiado con el paso de los años. Tanto que si una persona llevase años sin ir a ellas se llevaría una grata sorpresa. Dichos cambios no tienen porqué romper con el pasado, son más bien fruto de la evolución y adaptación a los nuevos tiempos. Una suma y aporte de un nuevo valor y concepto que acerca la información, aprendizaje y conocimiento a las personas desde las bibliotecas.

Las bibliotecas ya no son lo que eran… ¿aún no te has dado cuenta?

Hace ya un par de años que Mikkel Christoffersen (asesor y consultor digital en las bibliotecas de Copenhague) realizó una presentación sobre la biblioteca proactiva, “The proactive library: getting smarter together”. En ella hacía mención a las diferencias entre lo que podemos considerar una biblioteca clásica y una biblioteca proactiva.

Las diferencias son sustanciales entre una y otra. Destaca la evolución de las bibliotecas en un mayor uso de recursos digitales, en centrarse más en los ciudadanos que en las propias colecciones, en hacer que sea la biblioteca la que salga del edificio y no esperar a que vayan las personas a él, en crear usuarios activos y participativos con la biblioteca, y en la gestión de las relaciones desde la propia biblioteca, entre otras cosas.

The proactive library

8 rasgos característicos de la biblioteca clásica

  • Los recursos digitales son escasos. El papel es el que manda en las bibliotecas clásicas.
  • La colección de la biblioteca es el centro para el ciudadano. Los ciudadanos quieren encontrar grandes y buenas colecciones en las bibliotecas, por lo tanto, éstas, se centran en crear dichas colecciones para ellos.
  • El ciudadano es el que va a la biblioteca. Son las personas las que tienen que ir a las bibliotecas ya que no hay otro medio para acceder a ellas, solamente la presencia física.
  • Las recomendaciones son dadas por expertos. El personal bibliotecario es el encargado de recomendar recursos a los usuarios.
  • La colección es el centro de atención. La colección es el principal motivo de existencia de la biblioteca.
  • Se trabaja principalmente por el acceso y presentación de la información. Se facilita el acceso y consulta de los materiales custodiados en la biblioteca a los ciudadanos.
  • Las visitas y los préstamos son los indicadores principales. Se mide el éxito por las personas que van a las bibliotecas y por los préstamos que se realizan desde ellas.
  • El sistema bibliotecario es el sistema clave. El funcionamiento desde el punto de vista más estricto de la biblioteca es la clave para el éxito.

8 rasgos característicos de la biblioteca proactiva

  • Hay abundancia de recursos digitales. Las bibliotecas adaptan sus colecciones a los nuevos tiempos y recursos. Ahora convive el papel con el resto de recursos digitales y soportes electrónicos.
  • La atención es un recurso escaso. Este punto no llegamos a entenderlo del todo. Suponemos que es la atención / concentración de las personas por la gran variedad de recursos, y no la falta de atención de los profesionales a los usuarios.
  • La biblioteca es la que va al ciudadano. La biblioteca está en todas partes y va hasta donde estén las personas. Ya no es necesario que el usuario vaya a la biblioteca físicamente para poder hacer uso de ella.
  • Las recomendaciones son dadas por los compañeros. La biblioteca se convierte en centro de conversación, recomendación y ayuda entre profesionales y usuarios.
  • El ciudadano es el centro de atención. Las personas pasan a ocupar un lugar principal en el trabajo de las bibliotecas.
  • Se apuesta por el aprendizaje y la participación de los usuarios. Ya no solamente se da acceso al conocimiento desde las bibliotecas, sino que también se trabaja en pro de la formación y el aprendizaje de las personas.
  • La biblioteca centra su foco en el efecto y en los grupos objetivo. El mejor indicador de rendimiento de la biblioteca pasa a un plano en el que se busca la satisfacción de las personas.
  • El sistema de gestión de relaciones con el usuario es el sistema clave. La relación entre personas y bibliotecas es la clave de su funcionamiento y éxito.

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