La Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes incorpora la traducción del OPAC a 5 idiomas

28 septiembre, 2016 at 08:05

Desde septiembre de 2016, la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes ofrece el interfaz del catálogo en línea (OPAC) en cinco idiomas además del español: alemán, francés, inglés, italiano y portugués.

La Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes habla en 23 idiomas, está presente en 33 países y en los 5 continentes. Con esta realidad, la difusión de la lengua y cultura española e hispanoamericana en el extranjero, misión principal del Instituto Cervantes, se sirve de todas las herramientas que tiene en su mano para acercar la información a los usuarios, incluso en su propio idioma, y el OPAC es la puerta de entrada a la colección bibliográfica. Con estos 6 idiomas, 40 de las 60 bibliotecas que tiene la red pueden ofrecer el OPAC en alguno de los idiomas oficiales de su país de acogida. En cuanto AbsysNet pueda soportar los caracteres no latinos, se podrá traducir el OPAC a los 17 idiomas restantes.

Opac AbsysNet en alemán (Instituto Cervantes)

La Biblioteca electrónica del Instituto Cervantes busca convertirse en un referente mundial

26 abril, 2016 at 08:19

Hablar del Instituto Cervantes es hablar de su presencia por todo el mundo… de hecho están presentes en 90 ciudades de 43 países de los 5 continentes. Es un referente para la difusión de la lengua y la cultura española hispanoamericana, como diría Beatriz Herranz (directora de Cultura del Instituto Cervantes) en la presentación de la Biblioteca electrónica que tuvo lugar el pasado 20 de abril en el salón de actos del propio instituto.

El Instituto Cervantes posee la mayor red de bibliotecas españolas en el extranjero con un total de 60 bibliotecas en 40 países en los 5 continentes. Con la Biblioteca electrónica quieren llegar a través de Internet a todos sus socios repartidos por el mundo y darles acceso a sus colecciones digitales (audiolibros, recursos electrónicos y libros electrónicos) y a clubes de lectura virtual sin importar el lugar, el horario o el dispositivo. Sin duda que dicha Biblioteca electrónica es el punto de acceso ideal para la difusión de la cultura hispanoamericana y punto de unión de bibliotecas y usuarios.

La biblioteca electrónica es un conjunto de recursos y servicios en línea del Instituto Cervantes. A través de la biblioteca electrónica se pueden prestar y leer libros electrónicos, escuchar música y audiolibros, consultar recursos electrónicos (bases de datos, diccionarios, enciclopedias, prensa…) y participar en clubes virtuales de lectura. Presentación de la biblioteca electrónica del Instituto.

Los recursos electrónicos de las bibliotecas se pueden catalogar en AbsysNet

Con el lema “Miles de libros y recursos digitales en español, donde quieras, cuando quieras”, la Biblioteca electrónica busca convertirse en un referente mundial en el mundo de las bibliotecas y se posiciona como un recurso importante e imprescindible para toda aquella persona interesada en la cultura y la lengua castellana.

El acceso a la biblioteca electrónica tiene un carácter divulgativo y orientativo y pretende poner a disposición de cualquier persona ligada al Instituto Cervantes los recursos-e con que cuenta su red de bibliotecas. Condiciones de uso.

Los objetivos que la Biblioteca electrónica persiguen son: reunir contenidos y servicios del Instituto Cervantes, ser una herramienta de difusión del conocimiento, reunir contenidos de calidad y facilitar materiales para el aprendizaje del español. También buscan con dicha biblioteca electrónica el  impulso del diálogo, el brindar la posibilidad de hacer comunidad, ser punto de encuentro y de interacción, el apoyo a las industrias culturales fundamentales del país, la eliminación de barreras de distribución y la incorporación de contenidos de distintos países. Y para terminar la promoción de la lectura a través de sus clubes de lectura online y la atención a la bibliodiversidad.

Autentificación de usuarios en la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes

11 junio, 2015 at 08:15

El papel de las bibliotecas como mediadoras entre el usuario y la información no cambia aunque pasen dos mil años: la información está en la biblioteca y el usuario va allí a buscarla. Lo que sí cambia es la manera de proporcionar esa información.

El modelo de funcionamiento de la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes, con una red de bibliotecas dispersa por los 5 continentes, condiciona mucho el sistema de gestión de recursos y usuarios. Además, el tipo de usuario que acude a las bibliotecas es muy variado, pues por un lado están los alumnos de los distintos Institutos Cervantes (que representan algo más del 50% del total de usuarios), y por otro están los usuarios externos: estudiantes de español de otras instituciones, hispanistas y profesores de español, españoles residentes en el país, personas del país interesados en la cultura hispana, etc. Toda esta tipología de usuarios confluye en la base de datos de lectores de AbsysNet y es a ellos a quienes hay que garantizarles el acceso a la colección física y electrónica.

Cada vez hay más información en soporte electrónico y esta información está en plataformas diversas que, desde el punto de vista técnico, suponen una complicación en su gestión. La colección bibliográfica de la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes (RBIC) incluye, además de la colección física, libros-e, bases de datos, obras de referencia, películas y documentos sonoros en soporte electrónico. Cada tipo de documento es gestionado por una aplicación diferente. Así, los libros electrónicos, vídeos y parte de los documentos sonoros están gestionados por una plataforma que permite el préstamo electrónico de documentos; las bases de datos y las obras de referencia se gestionan desde otra distinta; y finalmente otra parte de los documentos sonoros están gestionados por una tercera.

¿Cómo integrar todos estos recursos de información electrónica junto con el resto de recursos disponibles en la biblioteca? Y lo que nos ocupa en esta reflexión, ¿cómo hacer que llegue a nuestros usuarios de la mejor manera posible?

La solución por la que nos decidimos fue implementar un módulo de autentificación de usuario para cada plataforma. Este módulo tiene como una de sus funciones admitir la validación de identidades contra la base de lectores de AbsysNet. Funciona como un servicio específico arrancado en un puerto del servidor AbsysNet y al que debe conectarse la aplicación externa o plataforma usando TCP/IP.

Este módulo de autentificación requiere que el usuario se identifique con el código de barras de su carné de usuario y la contraseña que le proporciona la biblioteca y que es la misma que utiliza en el espacio “Mi biblioteca” del OPAC. Una vez identificado, el sistema consulta en AbsysNet algunos parámetros del lector imprescindibles para permitirle o no el acceso al recurso, en nuestro caso la fecha de caducidad y si el usuario está sancionado o no.

La instalación del módulo de autentificación puede situarse antes o después de entrar en cada plataforma. Por ejemplo, en el caso del préstamo electrónico, el módulo de autentificación se abre solo cuando el usuario pincha en el botón “prestar”, de manera que puede recorrer libremente el escaparate sin necesidad de estar identificado. Por su parte, en el caso de la aplicación que gestiona los recursos electrónicos en red, el módulo de autentificación se abre cuando el usuario selecciona el título del recurso desde la página web en la que están recogidos todos los recursos.

Autentificación de usuarios en la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes