Los distintos niveles de lectura que merecen los libros
Coger un libro, abrirlo y leerlo. Las dos primeras acciones son bastante sencillas, a priori, pero ya la tercera (la lectura) es otra cosa. En la lectura dependen muchos factores externos al propio libro y que tienen que ver con el lector. Factores como las ganas de leer el libro, si interesa o no el tema, el nivel de concentración para leerlo, el tiempo disponible para hacer la lectura… También es cierto que depende el género del libro. No es lo mismo leer una novela (por ocio) que leer un libro técnico o un manual (por trabajo o investigación).
Sobre las lecturas de los libros que no son novela nos vamos a centrar en el post de hoy… y es que hay un libro que te enseña a cómo leer un libro: “How to Read a Book: The Classic Guide to Intelligent Reading” (¡publicado en 1940!).
Sí, sí… ¡A cómo leer un libro!… No es broma y la verdad es que tiene su aquel y está cargado de razón y buenos consejos. Por supuesto que no te enseña a leer, lo que te enseña es a estructurar tu lectura y sacar el máximo partido de ella. Seguro que viene muy bien a jóvenes estudiantes e investigadores a la hora de hacer sus trabajos.
En dicho libro se distinguen cuatro niveles de lectura. Cuatro niveles que van desde la lectura elemental donde se busca únicamente el sentido del texto, la lectura de inspección en la cual se trata de ver de qué va el libro antes de leerlo y se decide si merece la pena o no, la lectura analítica en la cual el lector ya es capaz de hacer una estructura del libro y resumir su contenido en una frase o párrafo, y por último la lectura sintónica en la cual el lector es capaz de ir relacionando libros de una misma temática y construyendo su propia bibliografía.