Las bibliotecas públicas son un recurso único en los que estar, leer, aprender o conectarse. Bibliotecas gratuitas y abiertas a todas las personas, pero que necesitan el apoyo social y político para seguir siendo de utilidad y desarrollarse a través de una adecuada inversión. No es ningún secreto que las bibliotecas públicas son de todas y para todas las personas, tampoco es algo que no se haya dicho ya hasta la saciedad. Las propias personas deciden cuándo, por qué y cómo usarlas. Y es que las bibliotecas públicas son una de las piedras angulares de nuestra sociedad, tal y como detalla el proyecto Living Libraries y del que vamos a hablar a continuación.
Living Libraries es un proyecto de investigación financiado por el AHRC de la Universidad de Roehampton, que defiende las bibliotecas públicas a través de las experiencias de la vida real de las personas que las utilizan, trabajan en ellas y las dirigen. El objetivo es demostrar, a través de un testimonio en primera persona, el valor de las bibliotecas públicas del Reino Unido a los responsables políticos y otras personas, a fin de que puedan ser apoyadas, desarrolladas e invertir en ellas para las generaciones futuras.
Las bibliotecas escolares son (o deben ser) uno de los principales espacios en los centros educativos. Conocer la importancia de estas sobre las comunidades educativas de colegios, escuelas o institutos es primordial para valorar su utilidad. Porque las bibliotecas escolares son parte, y por eso deben estar involucradas, del proceso educativo de la comunidad estudiantil.
En 1999 la UNESCO y la IFLA elaboraron el Manifiesto de las bibliotecas escolares. Manifiesto en el que se menciona que la misión de la biblioteca escolar es ofrece servicios de aprendizaje, libros y otros recursos, a todos los miembros de la comunidad escolar para que desarrollen el pensamiento crítico y utilicen de manera eficaz la información en cualquier soporte y formato. Es verdad que ha pasado tiempo desde su publicación, pero tanto la misión como las funciones principales que se detallan en dicho manifiesto siguen estando vigentes… y son un buen punto de partida para recordar y defender el porqué de las bibliotecas escolares.
Las bibliotecas públicas no basan sus colecciones en la acumulación, sino en la adecuación de los fondos para sus comunidades usuarias. La compra es necesaria e imprescindible, pero también lo es el expurgo de aquellos materiales que ya no son útiles por distintos motivos. A priori el expurgo no es una tarea fácil, y tampoco comprendida por muchas personas de fuera del sector bibliotecario, pero es necesario para asegurar la vida y utilidad de la colección de una biblioteca.
José Luis Sánchez, bibliotecario de la Biblioteca Pública Municipal de Peñaranda de Bracamonte, participó el pasado mes de marzo en el webinar «La necesidad del expurgo en la Biblioteca Pública» organizado desde Mares Virtuales. En él dio las claves de la necesidad del expurgo en las bibliotecas públicas y comentó que «el expurgo es un elemento biblioteconómico indispensable para mantener viva, útil y actualizada nuestra colección bibliográfica» y que «el expurgo se basa en la quinta ley de Ranganthan que dice que La biblioteca es un organismo vivo».