Las bibliotecas escolares son (o deben ser) uno de los principales espacios en los centros educativos. Conocer la importancia de estas sobre las comunidades educativas de colegios, escuelas o institutos es primordial para valorar su utilidad. Porque las bibliotecas escolares son parte, y por eso deben estar involucradas, del proceso educativo de la comunidad estudiantil.
En 1999 la UNESCO y la IFLA elaboraron el Manifiesto de las bibliotecas escolares. Manifiesto en el que se menciona que la misión de la biblioteca escolar es ofrece servicios de aprendizaje, libros y otros recursos, a todos los miembros de la comunidad escolar para que desarrollen el pensamiento crítico y utilicen de manera eficaz la información en cualquier soporte y formato. Es verdad que ha pasado tiempo desde su publicación, pero tanto la misión como las funciones principales que se detallan en dicho manifiesto siguen estando vigentes… y son un buen punto de partida para recordar y defender el porqué de las bibliotecas escolares.
Las bibliotecas
escolares son una herramienta necesaria e imprescindible al servicio de las
distintas comunidades educativas. Para lograr tal final hay que dotarlas de visibilidad y demostrar su
importancia como espacios de desarrollo y promoción del aprendizaje y la
lectura dentro de los centros educativos.
Sobre esto han estado reflexionando y trabajando en la jornada técnica «Biblioteca Escolar: cuestión de enfoque», la cual se centró en temas como la lectura, las competencias informacionales, la transformación de los espacios y la función en los centros educativos. Fruto de la cual se ha creado (y compartido) un documento que persigue alertar sobre la urgencia de atender ciertas necesidades: «4 retos para la biblioteca escolar 2020»:
Se proponían cuatro temas a partir de los cuales realizar una reflexión conjunta con la finalidad de obtener un documento que sirviese para “estimular” la atención a las bibliotecas de los centros no universitarios a corto y medio plazo, como herramienta de trabajo colaborativo y con vocación de visibilizar la función de la biblioteca escolar en el presente y el futuro más próximo.
Las bibliotecas
son indispensables en los centros educativos. Gracias a ellas, los docentes
pueden desarrollar e implementar los contenidos a impartir a sus estudiantes, y
los estudiantes pueden acudir a ellas para complementar y potenciar las
enseñanzas recibidas en el aula. Es por ello por lo que es muy importante disponer
de una biblioteca escolar con todos los recursos posibles, sin olvidar los recursos digitales que complementen y
enriquezcan a la biblioteca.
Para que las bibliotecas
digitales sean realmente eficaces en los centros educativos estas deben
estar perfectamente desarrolladas e
implementadas, y su uso debe estar pensado y ser óptimo tanto para profesores como para estudiantes.
De ahí radica la importancia de la formación previa a estos grupos tanto en
tecnologías como en el uso de la biblioteca digital. De esta manera podrán
sacar todo el partido a la biblioteca digital y demostrar que la inversión no
habrá sido en vano.
¿Cómo ayudamos a nuestros estudiantes a convertirse en consumidores inteligentes de medios digitales? Muchos estudiantes ya pueden acceder a una gran variedad de contenido a través de las redes sociales e Internet, pero a menudo sus vidas en línea no son ricas en fuentes autorizadas o materiales de lectura de alta calidad. Las bibliotecas digitales son una forma poderosa para que los educadores ayuden a enseñar a los estudiantes cómo encontrar, evaluar y usar contenido digital, una habilidad esencial a medida que los materiales y las fuentes online continúan creciendo a un ritmo asombroso.
El personal bibliotecario escolar dispone de una nueva metodología de formación… ¡y es a través de un juego de cartas! La Asociación Americana de Bibliotecarios Escolares (AASL) ha desarrollado dicho juego («National School Library Standards Card Game») con el objetivo de explorar y dar a conocer los estándares bibliotecarios al personal de las bibliotecas escolares, además de para brindarles la posibilidad de desarrollarse profesionalmente.
Este pasatiempo formativo fomenta la conversación y el intercambio de opiniones entre distintos profesionales, lo cual genera conocimiento. Y algo muy importante a saber es que no solamente está orientado a personal de bibliotecas escolares, sino que también puede ser de utilidad como herramienta de desarrollo profesional en cualquier ámbito bibliotecario. Y es que fue diseñado como ayuda para la conceptualización de estándares, por lo que caben en él varios usos y no solo el destinado a las bibliotecas escolares.