Un escaparate online llamativo, único y convincente puede ayudar a las bibliotecas a atraer a más personas hacia ellas. Junto a la página web, el catálogo online es esa cara visible de la colección de las bibliotecas y uno de los elementos que les permite mostrarse como ellas quieren y desean. En el mundo comercial para aumentar las ventas se utilizan técnicas de escaparatismo, en AbsysNet hemos estudiado la idea y la hemos trasladado a la aplicación. Para ello incorporamos una herramienta que nos permite crear “escaparates” para hacer más visibles los fondos de las bibliotecas, y al que comúnmente le hemos denominado Carrusel de imágenes.
Hace tiempo hablamos sobre el carrusel de portadas, pero vamos a explicar paso a paso cómo crear un escaparate digital al considerar que esta herramienta tiene mucho potencial para las bibliotecas. Ahora bien, para lograr un carrusel de imágenes exitoso, se debe contar con unas premisas básicas: conocer los gustos de las personas usuarias de la biblioteca y el fondo, y saber qué enfoque se quiere dar al centro.
La lectura no debe pasar de puntillas por la vida de la población infantil y juvenil. No solo basta con enseñar a leer, sino que hay que enseñar a disfrutar de los libros. Bien es cierto que el tiempo vuela y no siempre se cuenta con el tiempo suficiente para acompañarles en la lectura, pero todo el esfuerzo que se haga ahora será en su beneficio presente y futuro.
Hace un tiempo compartimos una serie de consejos para fomentar la lectura de los peques de la casa, pero hoy nos gustaría ir un paso más allá gracias al proyecto «Crece leyendo conmigo». Un proyecto que el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa, a través de Leer.es, encargó a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez para dotar a la ciudadanía en general, y a las familias y personal docente en particular, de recursos y técnicas de fomento a la lectura.
La gran irrupción de la inteligencia artificial en la vida de las personas puede estar tan cerca como lejos. La verdad es que es difícil predecir cuándo llegará por completo a la sociedad, pero bien es cierto que cada vez está más presente a través de asistentes de voz, chatbots, internet de las cosas, recomendaciones según gustos… Las bibliotecas llevan un tiempo estudiando y analizando cuáles podrían ser los usos de esta tecnología que hace que las máquinas piensen y razonen por su cuenta.
La inteligencia artificial (IA) es la inteligencia llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina «inteligente» ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones «cognitivas» que los humanos asocian con otras mentes humanas, como por ejemplo: «percibir», «razonar», «aprender» y «resolver problemas». Andreas Kaplan y Michael Haenlein definen la inteligencia artificial como «la capacidad de un sistema para interpretar correctamente datos externos, para aprender de dichos datos y emplear esos conocimientos para lograr tareas y metas concretas a través de la adaptación flexible». [Wikipedia: Inteligencia artificial]