¿La lectura de libros alarga la vida de las personas?

30 septiembre, 2016 at 08:02

Recientemente ha salido a la luz un estudio que dice que las personas que leen más viven más años que las que  no lee o leen menos. La verdad es que ya hemos hablado largo y tendido de los beneficios de la lectura sobre las personas en nuestro blog, como por ejemplo la reducción del estrés,  y no podíamos dejar de escapar este otro beneficio de la lectura en forma de vida extra, en concreto de casi dos años más de vida.

Las personas que leen libros viven más tiempo que las que no leen

El estudio publicado en la revista Social Science & Medicine (“A chapter a day: Association of book reading with longevity”), y realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Yale sobre una muestra de 3.635 participantes mayores de 50 años, compara los hábitos de lectura de las personas y su longevidad de vida.

En la investigación dividieron la muestra en tres grandes grupos. Los que no leyeron ningún libro, los que leyeron libros hasta tres horas y media a la semana y los que leyeron libros más de tres horas y media a la semana.

Cuando compararon los que no leyeron ningún libro con los que leyeron libros hasta tres horas y media a la semana vieron que estos últimos tenían un 17% menos de probabilidades de morir pasados doce años, cifra que aumentó al 23% con el grupo que leía más de tres horas y media a la semana. En definitiva, los lectores de libros vivieron un promedio de casi dos años más que aquellos que no leyeron nada en absoluto. En concreto, 23 meses más.

8 claves para leer más, y de manera más productiva, artículos académicos

20 septiembre, 2016 at 08:03

No es lo mismo leer una novela por ocio o placer que leer un artículo académico para hacer una investigación o un trabajo. El primer tipo de lectura es una lectura que lleva implícita la relajación del lector, una lectura en la cual la persona se deja llevar por una historia. El segundo tipo de lectura ya es una lectura en la cual es necesaria la concentración y que el lector vaya captando y anotando conceptos e ideas. Se podría equiparar a la lectura de una obra literaria a una lectura pasiva (el lector solamente se tiene que preocupar de leer y seguir la historia) y a la lectura de un artículo académico con una lectura activa (el lector tiene que leer y trabajar sobre ese y otros textos).

Saca el máximo provecho a tus lecturas académicas con estas claves

A continuación queremos compartir con vosotros una serie de claves, o tips, que te harán rendir de manera más productiva ante tus lecturas académicas. Claves como identificar temas de estudio, hacer listado de lecturas, leer varios artículos a la vez, preguntar a colegas, leer en cualquier lugar, dar a cada artículo un nivel de profundidad en su lectura, crear el hábito lector y compartir tus trabajos.

Leer solamente lo que más pueda interesar, a priori.

Puede llegar a haber infinidad de trabajos y artículos académicos sobre un determinado campo de estudio, así que es aconsejable leer únicamente los que mayor información se crea que, a priori, pueden llegar a dar.

Una buena forma de descubrir lo que más puede interesar es haciendo listados de fuentes de información, de temáticas de estudio, de autores y temáticas afines, de palabras clave…

Cómo saber si una fuente de información web es fiable o no

8 marzo, 2016 at 08:14

No toda la información publicada en Internet es fiable. Esto es algo que deberían saber todas las personas, aunque seguro que muchas de ellas lo desconocen. Cuando alguien busca en Google quiere un resultado rápido a una consulta, a una necesidad de información. Pero, ¿quién le dice a esa persona si la información encontrada es válida o no? Muchas veces se dejan llevar por su intuición o por la posición de los resultados.

5 consejos rápidos para evaluar la fiabilidad de la información web

Hay un poco de controversia, por ejemplo, con la Wikipedia. Por un lado están los que piensan que la información que se publica en la plataforma no reúne los requisitos como para ser considerada una fuente fiable por la falta de autoría en sus artículos, e incluso por su falta de objetividad,… pero por otro lado están los que dan mayor importancia a la inteligencia (participación) colectiva para la creación de contenidos de calidad y la rápida actualización. De hecho un estudio elaborado por la revista Nature llegó a la conclusión que la Wikipedia es tan confiable como la Enciclopedia Británica.

Ahora bien, ¿de qué o quién nos tenemos que fiar para conseguir información fiable? Según la Wikipedia (ya que estábamos con ella) hay unas normas básicas en cuanto a sus fuentes fiables. Normas básicas que dicen que los artículos deben utilizar principalmente fuentes fiables, independientes y publicadas, que las fuentes deben respaldar directamente la información aportada, que las fuentes deben tener una buena reputación y que dichas fuentes deben estar disponibles. Y dichas fuentes pueden ser primarias, secundarias y terciarias, publicaciones especializadas, prensa generalista…  pero no autopublicaciones (libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión, redes sociales…)

Bueno, eso es lo que considera Wikipedia a la hora de redactar sus artículos y conseguir sus fuentes. Recomendaciones que pueden ser aplicadas como norma a la hora de realizar un trabajo. Pero, ¿y qué hacemos con nuestras búsquedas en Google? ¿No son fiables si son enlaces a blogs o páginas web? Sí, son fiables hasta que no descubras lo contrario… aunque casi mejor al revés: no son fiables hasta que no compruebes su fiabilidad / veracidad.

Está claro que la información que encontramos por Google cuando queremos hacer un trabajo hay que cogerla con pinzas. No basta con quedarse con la primera búsqueda realizada, el primer resultado que se muestra y hay que mirar más allá de la primera página de resultados. Sobre todo hay que fijarse en el medio que publica dicha información, su autor, si el contenido se ajusta a lo que se busca…