Popular Tags:

Gestiona el préstamo electrónico de tu biblioteca con AbsysNet

10 marzo, 2016 at 08:19

La imagen clásica de la labor de las bibliotecas limitada a la recopilación y almacenaje de documentos tradicionales y con esquemas de indexación más o menos fijos ha cambiado tomando una orientación hacia bibliotecas híbridas y virtuales que utilizan mecanismos para almacenar, localizar, organizar y dar acceso a contenidos digitales que complementen su colección física.

Esta nueva orientación ha hecho que las bibliotecas incorporen diversos tipos de contenidos digitales a sus colecciones (ebooks, música y cine en streaming, bases de datos, revistas electrónicas, diccionarios y  enciclopedias en línea, repositorios de tesis y otros contenidos científicos, etc.) y que no solo se limiten a seguir ofreciendo su tradicional servicio de préstamo de recursos físicos sino que además lo hayan hecho extensible al préstamo o puesta a disposición de sus usuarios y de forma controlada de todo tipo de recursos digitales. Un servicio de acceso y suministro de recursos electrónicos al que, por simplificar, hemos llamado “préstamo electrónico”.

Y cómo gestiono el préstamo electrónico con AbsysNet

AbsysNet también ha pasado a contar con un catálogo híbrido con una interfaz uniforme y que, de forma transparente para el usuario, ofrece un servicio de préstamo de contenidos digitales propios o procedentes de fuentes externas al que los usuarios pueden acceder de forma inmediata, desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Estos contenidos digitales podrán estar en plataformas externas a AbsysNet, comerciales o propias (por ejemplo un repositorio institucional), o bien alojados en modo local en el módulo de contenidos digitales de AbsysNet (DigiNet / Multimedia).

¿Y cómo gestiono el préstamo electrónico con AbsysNet?

Para gestionar el préstamo electrónico con AbsysNet es necesario disponer del módulo multimedia o del módulo de biblioteca digital, DigiNet.

Esta nueva modalidad de préstamo en AbsysNet permitirá ofrecer en préstamo no sólo los contenidos digitales de las editoriales sino también contenido creados por la propia biblioteca (como por ejemplo guías de lectura) o incluso por los propios usuarios (como trabajos académicos o narraciones locales).

Los tipos de servicios y recursos electrónicos susceptibles de ser gestionados de este modo son de lo más diversos:

  • Préstamo con descarga libre, para contenidos digitales, propios de la biblioteca o no, pero que admiten libre acceso, sin problemas de licencias y/o derechos de autor. El usuario se puede descargar todos los contenidos digitales que desee y conservarlos en su propio dispositivo por tiempo ilimitado. La biblioteca controla a qué usuarios entrega estos recursos y tiene la capacidad de hacer un seguimiento del interés que tienen y su uso.
  • Préstamo con descarga de contenidos comerciales sujetos a derechos de autor protegidos con DRM , normalmente alojados en plataformas y servicios comerciales y que, por lo tanto, se podrán descargar con un plazo de utilización limitado y/o otras limitaciones en su utilización, como lectura en un dispositivo determinado o aplicación de lectura propietaria del proveedor del contenido.
  • Préstamo de contenidos digitales de recursos de lectura y visionado en streaming, que se pueden leer o ver en línea. El usuario tendrá acceso a ellos por un periodo de préstamo limitado o no. En este apartado se encuentran contenidos de tipo comercial pero también otro tipo de recursos como canales de vídeo o bibliotecas digitales de lectura en línea y libre acceso.
  • Acceso a contenidos digitales alojados en otras bibliotecas digitales y repositorios institucionales de la propia institución.
  • Acceso de contenido web en general, …

Cómo saber si una fuente de información web es fiable o no

8 marzo, 2016 at 08:14

No toda la información publicada en Internet es fiable. Esto es algo que deberían saber todas las personas, aunque seguro que muchas de ellas lo desconocen. Cuando alguien busca en Google quiere un resultado rápido a una consulta, a una necesidad de información. Pero, ¿quién le dice a esa persona si la información encontrada es válida o no? Muchas veces se dejan llevar por su intuición o por la posición de los resultados.

5 consejos rápidos para evaluar la fiabilidad de la información web

Hay un poco de controversia, por ejemplo, con la Wikipedia. Por un lado están los que piensan que la información que se publica en la plataforma no reúne los requisitos como para ser considerada una fuente fiable por la falta de autoría en sus artículos, e incluso por su falta de objetividad,… pero por otro lado están los que dan mayor importancia a la inteligencia (participación) colectiva para la creación de contenidos de calidad y la rápida actualización. De hecho un estudio elaborado por la revista Nature llegó a la conclusión que la Wikipedia es tan confiable como la Enciclopedia Británica.

Ahora bien, ¿de qué o quién nos tenemos que fiar para conseguir información fiable? Según la Wikipedia (ya que estábamos con ella) hay unas normas básicas en cuanto a sus fuentes fiables. Normas básicas que dicen que los artículos deben utilizar principalmente fuentes fiables, independientes y publicadas, que las fuentes deben respaldar directamente la información aportada, que las fuentes deben tener una buena reputación y que dichas fuentes deben estar disponibles. Y dichas fuentes pueden ser primarias, secundarias y terciarias, publicaciones especializadas, prensa generalista…  pero no autopublicaciones (libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión, redes sociales…)

Bueno, eso es lo que considera Wikipedia a la hora de redactar sus artículos y conseguir sus fuentes. Recomendaciones que pueden ser aplicadas como norma a la hora de realizar un trabajo. Pero, ¿y qué hacemos con nuestras búsquedas en Google? ¿No son fiables si son enlaces a blogs o páginas web? Sí, son fiables hasta que no descubras lo contrario… aunque casi mejor al revés: no son fiables hasta que no compruebes su fiabilidad / veracidad.

Está claro que la información que encontramos por Google cuando queremos hacer un trabajo hay que cogerla con pinzas. No basta con quedarse con la primera búsqueda realizada, el primer resultado que se muestra y hay que mirar más allá de la primera página de resultados. Sobre todo hay que fijarse en el medio que publica dicha información, su autor, si el contenido se ajusta a lo que se busca…

Los distintos niveles de lectura que merecen los libros

4 marzo, 2016 at 08:17

Coger un libro, abrirlo y leerlo. Las dos primeras acciones son bastante sencillas, a priori, pero ya la tercera (la lectura) es otra cosa. En la lectura dependen muchos factores externos al propio libro y que tienen que ver con el lector. Factores como las ganas de leer el libro, si interesa o no el tema, el nivel de concentración para leerlo, el tiempo disponible para hacer la lectura… También es cierto que depende el género del libro. No es lo mismo leer una novela (por ocio) que leer un libro técnico o un manual (por trabajo o investigación).

Atención a los 4 tipos de lectura: elemental, de inspección, analítica y sintónica

Sobre las lecturas de los libros que no son novela nos vamos a centrar en el post de hoy… y es que hay un libro que te enseña a cómo leer un libro: “How to Read a Book: The Classic Guide to Intelligent Reading” (¡publicado en 1940!).

Sí, sí… ¡A cómo leer un libro!… No es broma y la verdad es que tiene su aquel y está cargado de razón y buenos consejos. Por supuesto que no te enseña a leer, lo que te enseña es a estructurar tu lectura y sacar el máximo partido de ella. Seguro que viene muy bien a jóvenes estudiantes e investigadores a la hora de hacer sus trabajos.

En dicho libro se distinguen cuatro niveles de lectura. Cuatro niveles que van desde la lectura elemental donde se busca únicamente el sentido del texto, la lectura de inspección en la cual se trata de ver de qué va el libro antes de leerlo y se decide si merece la pena o no, la lectura analítica en la cual el lector ya es capaz de hacer una estructura del libro y resumir su contenido en una frase o párrafo, y por último la lectura sintónica en la cual el lector es capaz de ir relacionando libros de una misma temática y construyendo su propia bibliografía.

Comunidad Baratz
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.