La Wikipedia abre sus puertas a las bibliotecas para crear un mejor conocimiento mundial

24 enero, 2017 at 08:06

Cuando se habla de Internet siempre hay cierta duda en cuanto a la veracidad de la información o a la falta de información en noticias o artículos. La verdad es que es un auténtico problema y en ocasiones se dan por válidas noticias que no lo son y por falsas noticias que sí lo pueden ser, pero que no cuentan un respaldo documental / informacional tras ellas. De ahí la importancia de que las citas corroboren las informaciones dadas. A eso le quiere poner solución la Wikipedia con ayuda de los bibliotecarios y bibliotecarias del mundo.

Los primeros sitios a los que se acude al iniciar una investigación son la biblioteca e Internet

Cuando se está preparando un trabajo, una investigación, hay varios sitios a los que uno acude primero. Uno de esos sitios es la biblioteca y otro es Internet. De la información proporcionada y conseguida a través de las bibliotecas nadie duda, en Internet ya hay que ir con mayor cautela. Y es que dentro de Internet se puede hacer una búsqueda inicial para dicho trabajo o investigación en Google o en la Wikipedia. Por eso es de suma importancia conocer y formar a las personas en el uso del buscador y, muy importante, enseñarles a diferenciar entre la información fiable de la que no lo es.

Centrándonos en la Wikipedia mencionar la controversia que gira alrededor de ella. Algunas personas consideran que la plataforma no reúne los requisitos como para ser considerada una fuente fiable por la falta de autoría en sus artículos, e incluso por su falta de objetividad. Aunque por otro lado están los que dan mayor importancia a la inteligencia (participación) colectiva para la creación de contenidos de calidad y la rápida actualización. De hecho un estudio elaborado por la revista Nature llegó a la conclusión que la Wikipedia es tan confiable como la Enciclopedia Británica.

¿Conocen las bibliotecas y los archivos a los usuarios de Internet?

16 marzo, 2016 at 08:00

Cuando una biblioteca o archivo se lanza a Internet debe saber a qué personas se va a encontrar. Cuáles son sus preferencias en el uso de Internet, qué redes sociales son sus favoritas, cuánto tiempo pasan navegando, qué hacen cuando se conectan, qué necesidades formativas pueden necesitar… Sin duda que son una serie de pistas que harán que tanto las bibliotecas como los archivos conozcan mejor a las personas.

Las bibliotecas y archivos deben trabajar su reputación online

Y es que recientemente han salido publicados los resultados de la 18ª encuesta a usuarios de Internet que la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) realiza anualmente.

Destacar que casi todo el mundo tiene un smartphone y/o un portátil. De hecho 9 de cada 10 personas en España tienen un smartphone y 8 de cada 10 un portátil. Dispositivos que superan al ordenador de sobremesa y a la tablet. Hecho que no hace más que confirmar a bibliotecas y archivos que la movilidad de los internautas (de sus usuarios) es un hecho. Quieren conectarse desde cualquier lugar y en cualquier momento. Nada nuevo que no se sepa ya de antes.

También a destacar que el 34,1% de los internautas dispone de un lector de libros electrónicos. No está nada mal el potencial de posibles usuarios de préstamo electrónico para las bibliotecas. Y teniendo en cuanta que son internautas pues qué mejor que llegar a ellos a través de los medios digitales y resultados en los buscadores. Comentar que es una lástima que no hayan indagado un poquito más en el tema de la lectura digital y saber el provecho que le sacan dichas personas a sus lectores de libros electrónicos.

El navegador preferido de los internautas es Google Chrome (bibliotecas y archivos tened preparados vuestros ordenadores e instalarlo) y Whatsapp es el servicio de mensajería instantánea favorito de los internautas… quizás haya llegado el momento de lanzarse y comunicarse con los usuarios a través de este medio.

Tampoco hay que dejar de mirar al 77,2% de los internautas que son usuarios activos de las redes sociales (sobre todo de Facebook, Twitter e Instagram). Aunque sí que es cierto que las bibliotecas y archivos tienen que trabajarse mucho los contenidos que comparten porque el 51,1% de las personas solamente dedican a las redes sociales 15 minutos. Tienen que llamar la atención sobre sus amigos y sobre las grandes marcas.

Por otro lado hay un 40,1% de los internautas (cifra que crece cada año) que plasma sus opiniones y comentarios en Internet. Las bibliotecas y archivos tienen que estar muy atentas a esas opiniones sobre su servicio. ¿Y por qué?… porque para el 50,9% de los internautas las opiniones en Internet les crean gran confianza (vengan de quien vengan)… también es verdad que hay un 29,2% que consultan dichas opiniones pero que no les inspiran mucha confianza.

Por último mencionar el crecimiento del porcentaje de personas que han escaneado códigos QR en el último mes. Un 39,7% lo hicieron. Quizás haya llegado el momento de incorporar dichos códigos QR a los registros del catálogo de la biblioteca o de poner alguno más en las estanterías, en las entradas, en el mostrador…

Cómo saber si una fuente de información web es fiable o no

8 marzo, 2016 at 08:14

No toda la información publicada en Internet es fiable. Esto es algo que deberían saber todas las personas, aunque seguro que muchas de ellas lo desconocen. Cuando alguien busca en Google quiere un resultado rápido a una consulta, a una necesidad de información. Pero, ¿quién le dice a esa persona si la información encontrada es válida o no? Muchas veces se dejan llevar por su intuición o por la posición de los resultados.

5 consejos rápidos para evaluar la fiabilidad de la información web

Hay un poco de controversia, por ejemplo, con la Wikipedia. Por un lado están los que piensan que la información que se publica en la plataforma no reúne los requisitos como para ser considerada una fuente fiable por la falta de autoría en sus artículos, e incluso por su falta de objetividad,… pero por otro lado están los que dan mayor importancia a la inteligencia (participación) colectiva para la creación de contenidos de calidad y la rápida actualización. De hecho un estudio elaborado por la revista Nature llegó a la conclusión que la Wikipedia es tan confiable como la Enciclopedia Británica.

Ahora bien, ¿de qué o quién nos tenemos que fiar para conseguir información fiable? Según la Wikipedia (ya que estábamos con ella) hay unas normas básicas en cuanto a sus fuentes fiables. Normas básicas que dicen que los artículos deben utilizar principalmente fuentes fiables, independientes y publicadas, que las fuentes deben respaldar directamente la información aportada, que las fuentes deben tener una buena reputación y que dichas fuentes deben estar disponibles. Y dichas fuentes pueden ser primarias, secundarias y terciarias, publicaciones especializadas, prensa generalista…  pero no autopublicaciones (libros autopublicados, fanzines, páginas webs personales, blogs, foros de discusión, redes sociales…)

Bueno, eso es lo que considera Wikipedia a la hora de redactar sus artículos y conseguir sus fuentes. Recomendaciones que pueden ser aplicadas como norma a la hora de realizar un trabajo. Pero, ¿y qué hacemos con nuestras búsquedas en Google? ¿No son fiables si son enlaces a blogs o páginas web? Sí, son fiables hasta que no descubras lo contrario… aunque casi mejor al revés: no son fiables hasta que no compruebes su fiabilidad / veracidad.

Está claro que la información que encontramos por Google cuando queremos hacer un trabajo hay que cogerla con pinzas. No basta con quedarse con la primera búsqueda realizada, el primer resultado que se muestra y hay que mirar más allá de la primera página de resultados. Sobre todo hay que fijarse en el medio que publica dicha información, su autor, si el contenido se ajusta a lo que se busca…