El calado social de cómics y novelas gráficas es una realidad a tener en cuenta. Su característico formato gráfico y su amplia variedad temática hace que cada vez más personas estén interesadas en la lectura, e incluso en el coleccionismo, de este género narrativo. El fomento de la lectura, la alfabetización visual, la activación del pensamiento, la rapidez de procesamiento o la retención de información son solamente algunos de los beneficios de leer de cómics y novelas gráficas.
Es verdad que existe un gran número de editoriales dedicadas al mundo del cómic y de la novela gráfica con una infinidad de títulos, y es por eso por lo que la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España (ACDCómic) trata de ayudar a lectores, bibliotecas, librerías y cualquier otra institución o colectivo cultural con una selección de obras esenciales y destacadas publicadas en España.
William J. Murtagh, el cual ha ocupado un puesto fundamental en el campo de la preservación histórica, expuso en su libro Keeping Time: the History and Theory of Preservation in America: «La preservación pone el pasado a conversar con el presente por un mutuo interés en el futuro». En el marco legal de España, queda plasmada la importancia de salvaguardar el material documental. La Constitución española señala, en su artículo 46, la obligación de los poderes públicos de garantizar la conservación del patrimonio cultural español. La legislación nacional al respecto se desarrolla, más ampliamente, en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español y en las leyes sobre patrimonio de las respectivas comunidades autónomas.
La preservación y la conservación del fondo documental incluye un conjunto de medidas tendentes a asegurar el buen estado de los documentos. Puesto que, tanto el fondo físico como el digital, se deteriora de forma acelerada debido a diversos factores, como publicamos en el anterior post Las principales causas de degradación de los documentos físicos y digitales.
Las bibliotecas deben apoyar y promover la diversidad cultural de la comunidad a la que sirven. La multiculturalidad y la convivencia de culturas son un hecho que hace que la sociedad crezca y se enriquezca en un mundo cada vez más abierto y globalizado. Las bibliotecas no pueden (ni deben) mantenerse al margen. Es por ello por lo que deben trabajar la diversidad cultural y lingüística en los ámbitos locales, nacionales e internacionales, y de esta manera trabajar por el diálogo intercultural y una ciudadanía activa. Y es que las bibliotecas son de todas y para todas las personas.
El Manifiesto IFLA / UNESCO por la Biblioteca multicultural señala que la diversidad cultural y lingüística son el patrimonio común de la humanidad y debe ser conservada y mantenida para el beneficio de todos. Es una fuente de intercambio, innovación, creatividad, y coexistencia pacífica entre los pueblos.