Es imposible separar el futuro de las bibliotecas del futuro de la sociedad. Las bibliotecas siguen la estela social para aportar el valor informativo a la ciudadanía. Las tendencias sociales y políticas marcan el rumbo de las personas, y las bibliotecas pueden (y deben) aportar un poco de luz en toda esta incertidumbre en la que están envueltas. Para ello deben trabajar de manera global, porque los problemas comunes de las bibliotecas tienen soluciones comunes. Y, ya sabéis, la fuerza de las bibliotecas unidas es incuestionable.

Recientemente se ha publicado una actualización del Informe de Tendencias de la IFLA. En él se destaca que las bibliotecas deben lidiar con la incertidumbre, adoptar enfoques holísticos y trabajar a escala. Se subraya la importancia de las bibliotecas en periodos de incertidumbre por su capacidad de ofrecer información y recursos a las personas para que comprendan mejor el futuro. El personal de biblioteca, por su parte, debe estar preparado para adquirir nuevas habilidades que les mantengan en la brecha de los desafíos y oportunidades que se presentan en las bibliotecas.

Comentar que el IFLA Trend Report es el resultado del diálogo entre el ámbito de la biblioteca y expertos de diversas disciplinas. Busca compartir ideas y perspectivas sobre algunos de los problemas y desarrollos clave que caracterizan el entorno en el que operan las bibliotecas. No está pensado para predecir el futuro, sino más bien para explorar las fuerzas que lo influenciarán.

Proporciona una base para la discusión y de reflexión sobre a lo que se enfrentan las asociaciones de bibliotecas, las bibliotecas y los trabajadores de bibliotecas e información individuales, y las oportunidades para la acción.

Las nuevas tendencias para las bibliotecas recogidas en el IFLA Trend Report

La primera tendencia que aparece en el informe hace referencia a que las bibliotecas tienen que lidiar con la incertidumbre. La defensa de las bibliotecas es la respuesta ante la falta de apoyo de los gobiernos para demostrar la necesidad imperiosa de su trabajo y valor. Por otra parte, las políticas cada vez son más complejas y no hacen más que aumentar la presión sobre las personas. Es ahí donde las bibliotecas tienen que dar un paso hacia delante para mostrar (y demostrar) que pueden ayudarlas a través del acceso informativo y de proporcionar información sobre sus derechos. Para terminar, los profesionales de las bibliotecas y de la información también viven en una constante incertidumbre sobre su futuro, es por ello por lo que hay que encontrar nuevas formas de avanzar y promover el diálogo como parte de la solución.

La creciente incertidumbre del mundo al que nos enfrentamos exige nuevas formas de trabajo dentro de nuestro campo y con el gobierno, pero también una creciente demanda de información.

La segunda tendencia aportada en el informe hace referencia a la necesidad de adoptar enfoques holísticos ante esta situación. Todo debe ser analizado en su globalidad y no por las partes que lo componen. Eso es lo que promulga el holismo. Las personas necesitan servicios holísticos y las bibliotecas se pueden encargar de ello a través de la información que les pueden proporcionar. Por otro lado, las bibliotecas sirven para que los tomadores de decisiones tengan más información y conocimiento en su poder desde un único lugar. Para terminar, las personas necesitan adoptar un enfoque holístico de las habilidades que necesitan y de la forma en que aprenden. La formación a lo largo de la vida es esencial y se debe convertir en un hábito. Las bibliotecas tienen que ser vistas como un recurso para el aprendizaje.

La necesidad de adoptar enfoques holísticos para hacer frente a la creciente complejidad, o al menos la conciencia de la complejidad, en las decisiones que toman los gobiernos y las personas.

La tercera tendencia referenciada en el informe indica la necesidad de trabajar a escala desde las bibliotecas. La tecnología ha abierto multitud puertas que facilitan el trabajo, el aprendizaje y la cooperación sin fronteras ni distancias. La tecnología permite poder actuar a nivel internacional y crear infraestructuras de conocimiento. Importante tener en cuenta que las bibliotecas tienen desafíos comunes, desafíos que tienen también soluciones comunes. Por otra parte, la toma y configuración de decisiones políticas es cada vez más internacional. Las bibliotecas tienen mucho que aportar y deben actuar y formar parte de dicha conversación internacional. Es verdad que no es fácil pensar y actuar a nivel mundial, pero para ello pueden trabajar de manera coordinada para presentarse como una única fuerza.

Nuevas posibilidades para trabajar a escala, que ofrecen nuevas posibilidades para el campo de la biblioteca, pero también la necesidad de centrar los esfuerzos de promoción y compromiso en nuevos niveles.

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