10 citas literarias que el mundo de las bibliotecas debe tener en cuenta

24 noviembre, 2015 at 08:15

Los libros están cargados de citas célebres. Parece que en ocasiones esas citas literarias van dirigidas hacia nosotros según nuestro propio estado anímico o vivencias personales. Sin duda que los libros, sus frases, sus palabras pueden llegar a ser psicólogos mudos de nuestro yo interior.

Algunas de esas frases célebres nos inspiran a hacer una reflexión o actuar en consecuencia a nuestros principios… e incluso a usar otros principios que no teníamos pero que adoptamos a través de la lectura. Sin lugar a dudas que la lectura nos puede llegar a cambiar y enganchar con el paso del tiempo. ¡Sano vicio el que tenemos!

Frases que inspiran al mundo de las bibliotecas

Hoy nos hacemos eco de una infografía que la empresa myprint247 ha creado con 50 frases inspiracionales del mundo de la literatura. De esas 50 citas hemos seleccionado 10 de distintos libros, con la cuales vamos a tratar de mostrar su unión con el mundo de las bibliotecas. No queremos entrar en las citas (magníficas citas) celebres que llevan implícito en su mensaje el protagonismo de las bibliotecas o los libros… queremos ir un poco más allá y leer entrelíneas de las frases que os vamos a mostrar a continuación.

¿Quién, siendo amado, es pobre? (Una mujer sin importancia. Oscar Wilde)

Las bibliotecas cuentan con el cariño, apoyo y uso por parte de sus usuarios. Quizás no haya mucho dinero para la compra de colecciones o realización de actividades… pero, sus usuarios están ahí, junto a ellas. Y como comentábamos el otro día: La mejor colección de una biblioteca no son sus libros, sino sus usuarios. Mientras ellos (los usuarios) estén ahí, nunca tendrán (las bibliotecas) que sentirse pobres.

La vida nos ha enseñado que el amor no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección. (Tierra de hombres. Antoine de Saint-Exupéry)

Las bibliotecas tienen que trabajar codo con codo entre ellas y con su comunidad. De nada sirve alabar las bondades de las bibliotecas si estas no son capaces de coordinarse y colaborar entre ellas para un fin común: el buen servicio hacia los usuarios. No es cuestión de mirarse las unas a las otras, sino de mirar todas hacia la misma dirección.