Popular Tags:

10 tipos de licencias de préstamo de libros electrónicos en bibliotecas

2 agosto, 2016 at 08:01

El préstamo de libros electrónicos ha abierto un amplio abanico de posibilidades de acuerdos entre editoriales y bibliotecas. El préstamo de libros en papel era bastante más simple: una biblioteca compra un libro y lo puede prestar tantas veces como quiera al ser un bien único en su posesión. Pero la llegada de los contenidos digitales ha hecho que las editoriales tengan que repensar el tipo de licencias que quieren dar a las bibliotecas sobre sus contenidos con la finalidad de proteger su negocio.

Las editoriales y bibliotecas negocian el tipo de licencia del préstamo electrónico

Dosdoce.com y Bookwire han trabajado en colaboración para realizar una guía que sirva tanto a editores como a bibliotecarios para conocer los distintos modelos de licencias de préstamo de libros electrónicos en bibliotecas.

El principal propósito de esta “Guía de Modelos de compras de licencias de ebooks para bibliotecas y editoriales” […] es proporcionar a todos los profesionales del mundo del libro (editores, bibliotecarios, agentes, autores, etc.) una  visión panorámica de las numerosas oportunidades que ofrece el amplio rango de modelos de licencias de ebooks y disipar cualquier duda o idea preconcebida en relación a estos modelos.

Dichas licencias abarcan desde los modelos más abiertos en los cuales pueden estar leyendo un mismo libro electrónico tantas personas como lo quieran, modelos con una circulación ilimitada o sin caducidad a unos modelos más cerrados en los cuales solamente puede haber un lector, modelos en los que el número de préstamos está limitado o que tienen caducidad los contenidos adquiridos (se usen o no).

Lo que está claro es que tanto editoriales (a veces a través de plataformas) como bibliotecas quieren lo mejor para “sus negocios”. Las editoriales no quieren perder con el tema del préstamo de contenidos digitales en las bibliotecas y las bibliotecas quieren que sus usuarios tengan acceso digital a sus colecciones. Sin duda que este tema da, y dará, para apasionantes y largas negociaciones en las cuales aún queda mucho por escribir.

La norma de catalogación RDA y su implementación en AbsysNet

28 julio, 2016 at 08:03

RDA (Resource Description and Access) es la norma de catalogación que ha sustituido a la AACR2. Esta nueva norma se basa en el modelo conceptual de los requisitos funcionales FRBR (registros bibliográficos), FRAD (autoridades) y FRSAD (materias). Creada pensando en el trabajo en un entorno digital, la RDA refleja la tecnología actual y se adapta a cualquier tipo de contenido y soporte.

La RDA permite describir elementos con el objetivo de vincular datos

El objetivo de la RDA es facilitar la integración de los registros de las bibliotecas con aquellos registros producidos por otras comunidades afines (como los archivos y museos) y presentar un modelo flexible para la representación y captura de metadatos en un entorno tecnológico que está en continuo cambio.

Esta norma comprende un conjunto de instrucciones para la especificación de atributos relacionados con las entidades que se describen (y las relaciones entre ellas), separando las características físicas de las intelectuales que conforman los recursos. La RDA permite describir los elementos que identifican y relacionan ciertas entidades con otras con el objetivo de vincular los datos.

En resumen, una obra se realiza mediante una expresión (sonido, imagen, objeto, movimiento, etc.), se materializa en un soporte (pintura, libro, partitura, vídeo, etc.) y se ejemplifica en un ítem (copia o ejemplar en particular).

Desde Baratz hemos querido que AbsysNet se adapte a esta nueva normativa. Para ello AbsysNet incluye los campos y subcampos implementados en MARC21 y necesarios para realizar la catalogación de los registros bibliográficos de acuerdo con la RDA, en la misma medida en la que el formato MARC21 en sus últimas actualizaciones lo permite.

La fuerte relación entre el rendimiento de los estudiantes y las bibliotecas escolares

26 julio, 2016 at 08:08

No hay día en que la utilidad de las bibliotecas escolares no sea puesta en duda, y más en  una sociedad tan digital como en la que vivimos. Las bibliotecas escolares tienen que demostrar su valor de manera constante e ininterrumpida. Quizás este reto sea el que haga que las bibliotecas escolares estén siempre en constante evolución, adaptación y transformación.

La biblioteca escolar conecta a los alumnos con la información, tecnología y aprendizaje

Por suerte cada vez se tiene más información sobre la necesidad y utilidad de las bibliotecas escolares para el buen rendimiento de los estudiantes en sus caminos formativos. Pero para llegar a este punto hace falta que tanto los directores de los centros educativos, como el equipo de administración y el profesorado tengan conocimiento de las funciones de los bibliotecarios escolares y que sepan porqué pueden ser un plus para el buen rendimiento de dichos estudiantes. Para ello es esencial el contacto directo y continuo de los bibliotecarios escolares con los agentes involucrados en la comunidad educativa. La comunicación y la información son imprescindibles, además de la demostración con hechos.

Hace ya unos meses que hablamos del impulso que el Consejo de Cooperación Bibliotecaria quiere dar a las bibliotecas escolares a través de su II Plan Estratégico. Plan que reconoce a los bibliotecarios escolares como piezas fundamentales para dotar a la comunidad estudiantil de las habilidades necesarias en el manejo de la información y que busca fortalecer a la biblioteca escolar como centro de recursos para el aprendizaje y la alfabetización informacional.

Hoy nos queremos hacer eco de la información que comparte la American Library Association en su último informe sobre las bibliotecas en EE.UU. y que cuenta con un apartado dedicado a las bibliotecas escolares. En dicho informe hablan del bibliotecario escolar como un agente más, y esencial, dentro de la comunidad educativa apoyando a alumnos, al personal administrativo y a los maestros. Destaca a los bibliotecarios escolares como conectores de los alumnos con la información, la tecnología y el aprendizaje, además de ser impulsores del contenido digital en las aulas.