Guía práctica para impulsar bibliotecas rurales de pequeño tamaño
La presencia de una biblioteca en municipios pequeños no es un lujo, sino una oportunidad para enriquecer la vida comunitaria y garantizar el acceso a la cultura y la información. En localidades de menos de 5.000 habitantes, la biblioteca actúa como punto de encuentro, espacio de aprendizaje y motor social. Su gestión, ajustada a recursos limitados, puede articularse a través de colaboraciones con ayuntamientos y entidades locales. Con un enfoque sostenible y realista, fundamentado en la viabilidad y la colaboración, acompaña a quienes gestionan bibliotecas rurales en la implementación de un servicio cercano, práctico y verdaderamente adaptado a su comunidad.

El documento «Pautas para bibliotecas rurales de pequeño tamaño» recoge el trabajo del Grupo de Trabajo para el Plan de Especial Atención al Medio Rural del Consejo de Cooperación Bibliotecaria. El informe propone disminuir el mínimo poblacional para crear una biblioteca de 5.000 a 2.000 habitantes, apoya modelos flexibles (bibliobuses y doble uso de espacios) y ofrece recomendaciones sobre financiación, redes de colaboración y digitalización. Se convierte en la base para definir los elementos esenciales de funcionamiento en zonas con baja densidad y acceso limitado a otros servicios públicos.