8 archivos digitales repletos de literatura infantil de hace unos siglos
Hoy en día sería difícil entender el mundo del libro sin la literatura infantil, pero no siempre fue así. Hasta el siglo XVIII no llegaron los primeros libros de entretenimiento dirigidos especialmente al público joven. Anteriormente disfrutaron con libros que no fueron diseñados específicamente para ellos, como fábulas, cuentos de hadas o romances caballerescos, y que fueron publicados tanto para niños como para adultos por igual.
A mediados del siglo XVIII se publicaron los primeros libros dirigidos al público infantil. La temática de los mismos era instructiva (ortografía, libros escolares, de conducta) o religiosa… pero también aparecieron los primeros libros de entretenimiento. A finales del siglo, John Newbery, revolucionó la industria del libro y demostró que los libros para niños podían ser éxitos comerciales. De ahí que sea considerado como el “padre de la literatura infantil”.
Los libros estaban claramente destinados a complacer a sus lectores, ya sea con historias entretenidas y personajes atractivos, con un tono agradable en la escritura, o con ilustraciones atractivas y atractivos diseños de páginas y encuadernaciones.
También es importante señalar que la literatura infantil de antes no era como la de ahora. Las historias de antes eran mucho más macabras y carecían totalmente de tacto social o respecto hacia las mujeres, como se comenta en el post publicado en Hipertextual: “Mutilaciones y canibalismo: el cruel origen de los cuentos popularizados por Disney”:
«Para probar si le entraba el zapato, la hermana de Cenicienta se cortó el tobillo». Los cuentos originales de los que parten muchas de las versiones de Disney son algo más macabros de lo que pensamos. Unos relatos con un tono mucho más severo y menos dulce para enseñar a los niños a sobrevivir.
A continuación, os dejamos con los siguientes archivos digitales repletos de literatura infantil y juvenil de hace unos cuantos años. Unos archivos que nos acercan al nacimiento y a los primeros años de este tipo de literatura:
1. Colección de libros infantiles – Biblioteca Nacional de España
Esta colección está formada por obras de temática infantil. Está compuesta por bibliografías, obras de referencia especializadas, catálogos de bibliotecas, monografías, manuales de estudio de la Literatura Infantil española y extranjera. Además, se pueden encontrar cómics, cuentos, álbumes de imágenes, libros ilustrados, narrativa, poesía, teatro y textos de enseñanza.
2. Biblioteca de Literatura Infantil y Juvenil – Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
La Biblioteca de Literatura Infantil y Juvenil contribuye a divulgar un fondo histórico parcialmente conocido que podía servir para delimitar el campo de estudio de la Literatura Infantil y Juvenil, y al tiempo cuenta con un material con el que poder establecer los contactos del niño y del joven con la lectura a partir de obras de nuestra historia literaria.
Es un espacio de referencia para contiene un catálogo virtual de autores españoles e hispanoamericanos de obras infantiles y juveniles, revistas, cuentos, bibliotecas de autor, fonoteca de obras clásicas, talleres, enlaces institucionales… dirigido al mundo de la educación, edición, formación e investigación.
3. UCLA Children’s Book Collection
La literatura infantil surgió como un género distinto e independiente hace poco más de dos siglos. Antes de mediados del siglo XVIII, rara vez se creaban libros específicamente para niños, y la lectura de los niños generalmente se limitaba a la literatura destinada a su educación y edificación moral más que a su diversión. Las obras religiosas, los libros de gramática y los «libros de cortesía» (que ofrecían instrucciones sobre el comportamiento adecuado) eran prácticamente los primeros libros dirigidos a los niños. En estos libros, la ilustración desempeña un papel relativamente menor, que generalmente consiste en pequeñas viñetas de grabado en madera o frontispicios grabados creados por ilustradores anónimos.
Las nuevas actitudes hacia los niños y su educación comenzaron a desarrollarse a fines del siglo XVII, cuando muchos educadores apelaron a una mayor consideración de las necesidades distintivas de los niños y cuando la noción de placer en el aprendizaje era cada vez más ampliamente aceptada. A principios del siglo XVIII, el interés en la literatura infantil (y un aumento de la alfabetización) condujo a nuevos mercados y al florecimiento de nuevas editoriales, particularmente en Inglaterra. Las innovaciones en la tipografía y la impresión permitieron una mayor libertad en la reproducción de arte a través del grabado, grabado en madera, grabado y aguatinta, aunque los ilustradores seguían siendo en gran parte anónimos y las ilustraciones limitadas a frontispicios.
4. Historical Children’s Literature – Baldwin Library
La Biblioteca Baldwin de Literatura Histórica Infantil contiene más de 100.000 volúmenes publicados en Gran Bretaña y Estados Unidos desde principios del 1600 hasta la actualidad. Gracias a tener más de 800 primeras impresiones estadounidenses le otorga el puesto de la segunda colección más grande en Estados Unidos.
5. Literature for Children – PALMM Collections (State Universtiy Libraries of Florida)
Literature for Children es una colección de los tesoros de la literatura infantil publicados en gran parte en Estados Unidos y Gran Bretaña desde antes de 1850 hasta más allá de 1950.
6. Children’s Literature – Library of Congress
Literatura infantil seleccionada de múltiples colecciones en el Rare Book y Special Collection Division.
7. de Grummond Children’s Books Digital Collection – University of Southern Mississippi Libraries
La Colección digital de Grummond Children’s Books contiene una selección de libros de la Colección de Literatura Infantil de Grummond en McCain Library & Archives. La mayoría de los trabajos presentados en esta colección datan de 1731 a 1920.
8. Lecturas de infancia – Biblioteca Nacional de Maestros
Colección de libros de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX: libros de lectura, de texto, relatos tradicionales, cuentos, fábulas, chascarrillos, cantares, refranes, adivinanzas, preguntas y otras lecturas en prosa y verso, seleccionados para la formación de los niños y jóvenes.