10 claves sobre la importancia de la formación continua del personal bibliotecario en herramientas tecnológicas
En la era digital, la formación continua en herramientas tecnológicas se ha vuelto indispensable para el personal bibliotecario. Las bibliotecas han evolucionado de ser meros depósitos de libros impresos a convertirse en centros de información que ofrecen una diversidad de recursos, incluidos los digitales. En este dinámico entorno, el papel del perfil bibliotecario ha experimentado una transformación significativa, haciendo imprescindible la necesidad de formación continua en tecnología.
La formación del personal bibliotecario es una necesidad apremiante para ofrecer servicios de alta calidad y garantizar la relevancia y utilidad de las bibliotecas en la sociedad contemporánea. La falta de habilidades tecnológicas puede resultar en una disminución de la eficiencia y efectividad en la gestión de recursos y servicios, algo inaceptable en un mundo cada vez más digitalizado. Conscientes de la importancia de esta necesidad, en Baratz hemos diseñado una serie de cursos centrados en Absys, con el objetivo de fortalecer y actualizar las competencias de estos profesionales en el uso del Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria.
Este artículo busca ofrecer una visión de las claves que subrayan la importancia de la formación continua del personal bibliotecario en herramientas tecnológicas. Así que, ya estés trabajando en una biblioteca o estudiando para trabajar en ellas, te invitamos a seguir leyendo para comprender por qué este tema es de vital importancia. Por cierto, y tal y como anunciamos, los cursos tutorizados y presenciales de Absys están disponibles a través de la formación bonificable de Fundae.
¿Por qué es esencial la formación tecnológica para el personal bibliotecario?
La formación continua en herramientas tecnológicas representa mucho más que una inversión en habilidades individuales; es, de hecho, una inversión estratégica en el futuro de las bibliotecas. Esta formación no solo mejora la eficiencia y efectividad de los servicios bibliotecarios, sino que también contribuye a la adaptabilidad y resiliencia de estas instituciones en un mundo en constante cambio. A continuación, se presentan 10 razones clave que subrayan por qué esta formación es esencial.
1. Adaptación a los cambios tecnológicos
En un mundo donde la tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso, la formación continua se convierte en un pilar fundamental para que el personal bibliotecario pueda adaptarse con agilidad a nuevas herramientas y plataformas. Esta adaptabilidad no solo asegura que los servicios de la biblioteca se mantengan al día con las últimas innovaciones, sino que también permite al profesional de la biblioteca anticipar y responder a las cambiantes necesidades de su comunidad usuaria. Mantenerse actualizado en tecnología es, por lo tanto, una estrategia proactiva que contribuye a la relevancia y eficacia de las bibliotecas en la era digital.
2. Mejora del acceso a la información
Dominar las habilidades tecnológicas a través de la formación continua permite al personal bibliotecario ofrecer un acceso más eficiente y efectivo a la información en una variedad de formatos, tanto digitales como en línea. Esta competencia tecnológica no solo acelera los procesos de búsqueda y recuperación de información, sino que también posibilita la implementación de sistemas más intuitivos y fáciles de usar para las personas usuarias. En un mundo donde la información es poder, asegurar un acceso rápido y confiable a los recursos bibliotecarios se convierte en una prioridad ineludible para cualquier biblioteca que aspire a mantener su relevancia y utilidad en la sociedad contemporánea.
3. Ampliación de servicios, gracias a la formación continua
Un conocimiento sólido en herramientas tecnológicas, adquirido a través de la formación continua, capacita a las bibliotecas para ofrecer una gama más amplia y diversificada de servicios que van más allá del préstamo de libros y materiales. Esto incluye, pero no se limita a, talleres de alfabetización digital, acceso a bases de datos en línea especializadas, y servicios de asesoramiento en tecnología. Al expandir su oferta de servicios, las bibliotecas no solo aumentan su valor y relevancia dentro de la comunidad, sino que también se convierten en centros de aprendizaje y recursos más inclusivos y accesibles para todas las personas, independientemente de su nivel de habilidad tecnológica.
4. Eficiencia operativa
La implementación de tecnologías avanzadas, potenciada por la formación continua del personal, puede llevar a una automatización significativa de tareas administrativas en la biblioteca. Esto no solo optimiza los procesos internos, sino que también libera tiempo valioso para que el personal bibliotecario se enfoque en actividades más centradas en las personas, como la asesoría personalizada, la organización de eventos comunitarios o la curaduría de colecciones. Al mejorar la eficiencia operativa, las bibliotecas pueden ofrecer una experiencia de usuario más rica y significativa, lo que a su vez aumenta la satisfacción de la comunidad y fortalece el rol de la biblioteca como un pilar comunitario esencial.
5. Competitividad y relevancia
En un mundo cada vez más digitalizado, las bibliotecas que invierten en la formación continua de su personal en el uso de tecnologías emergentes no solo se mantienen competitivas, sino que también aseguran su relevancia a largo plazo. Esta formación permite a las bibliotecas ofrecer servicios y recursos que satisfacen las expectativas modernas de acceso instantáneo y personalización. Al mantenerse a la vanguardia de las tendencias tecnológicas, las bibliotecas pueden adaptarse más rápidamente a los cambios en el comportamiento y las necesidades de las personas, lo que a su vez las posiciona como instituciones indispensables en la era de la información.
6. La formación continua propicia el desarrollo profesional
La formación continua en herramientas tecnológicas no solo beneficia a las bibliotecas, sino que también representa una excelente oportunidad para el desarrollo profesional del personal bibliotecario. Al adquirir nuevas habilidades y competencias, las plantillas no solo se vuelven más eficientes en su trabajo, sino que también experimentan un mayor sentido de realización y satisfacción laboral. Este desarrollo profesional puede abrir puertas a nuevas responsabilidades, proyectos más desafiantes y, en última instancia, a una carrera más gratificante y duradera en el campo de las bibliotecas.
7. Mejora de la experiencia del usuario
Un personal bibliotecario bien formado en tecnología, gracias a una formación continua, es crucial para ofrecer una experiencia de usuario excepcional. Esta formación permite al personal bibliotecario asistir de manera más efectiva en la búsqueda de información y en la utilización de diversos dispositivos electrónicos y plataformas digitales. Al mejorar la experiencia del usuario en estos aspectos, las bibliotecas no solo incrementan la satisfacción del «cliente», sino que también fomentan la lealtad y el compromiso a largo plazo. En última instancia, una experiencia de usuario positiva refuerza la percepción de la biblioteca como un recurso valioso y accesible para la comunidad.
8. Seguridad de la Información
Un buen conocimiento de las herramientas tecnológicas capacita al personal bibliotecario para implementar medidas de seguridad más robustas y efectivas. Esto es crucial tanto para proteger los recursos digitales de la biblioteca como para garantizar la privacidad y seguridad de la información de las personas. En un mundo donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, la habilidad para mantener un entorno seguro se convierte en un diferenciador competitivo y en una fuente de confianza para la comunidad. Al garantizar una mejor seguridad de la información, las bibliotecas refuerzan su reputación como instituciones confiables y responsables.
9. Colaboración y comunicación, a través de la formación continua
La formación continua en herramientas tecnológicas mejora significativamente las capacidades de colaboración y comunicación entre el personal bibliotecario. Estas habilidades tecnológicas permiten una coordinación más fluida y efectiva, tanto dentro de la biblioteca como en colaboraciones con otras bibliotecas y organizaciones externas. Al utilizar plataformas de comunicación modernas y herramientas de gestión de proyectos, el personal bibliotecario puede compartir recursos, ideas y mejores prácticas de manera más eficiente. Esta colaboración mejorada no solo optimiza las operaciones internas, sino que también potencia la creación de redes y alianzas estratégicas que benefician a la biblioteca y a la comunidad que sirve.
10. La formación continua te prepara para el futuro
La formación continua en tecnología no solo responde a las necesidades actuales, sino que también prepara al personal bibliotecario para los desafíos futuros en un mundo en constante cambio. Al mantenerse actualizados en las últimas tendencias y herramientas tecnológicas, el personal bibliotecario está mejor equipado para adaptarse a nuevas situaciones y responder a las expectativas cambiantes de las personas. Esta preparación proactiva asegura que las bibliotecas continúen siendo pilares de la comunidad, incluso en una era digital que presenta retos y oportunidades en constante evolución.
La formación continua en herramientas tecnológicas es una necesidad imperante que va más allá de la mera actualización de habilidades. Desde la adaptación a cambios tecnológicos hasta la mejora de la experiencia del usuario, pasando por la eficiencia operativa y la seguridad de la información, la formación continua toca todos los aspectos cruciales de la gestión bibliotecaria. En última instancia, esta formación es una inversión estratégica en la sostenibilidad y el impacto a largo plazo de las bibliotecas, asegurando que continúen siendo instituciones relevantes, confiables y valiosas para sus comunidades en la era digital.
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