¿Sabes cómo aplicamos las normativas FADGI, Metamorfoze e ISO 19264 en la digitalización bibliográfica?

10 junio, 2025 at 07:30

La digitalización del patrimonio bibliográfico va mucho más allá de escanear documentos: es una forma de proteger y dar acceso a nuestra memoria colectiva. Para lograrlo con rigor y calidad, el personal digitalizador de Baratz debe conocer y aplicar ciertas normativas internacionales que garantizan resultados fiables y duraderos. En esta Cápsula veremos cómo se interpretan y aplican los estándares FADGI, Metamorfoze e ISO 19264 desde la práctica diaria de quienes se encargan de digitalizar tesoros bibliográficos.

Digitalizar sin una guía clara puede conducir a resultados poco consistentes, imágenes difíciles de preservar y difundir, o incluso a daños en el material original. En cambio, seguir estándares como FADGI, Metamorfoze o ISO 19264 garantiza que el trabajo cumple criterios internacionales de calidad, algo esencial para bibliotecas, archivos e instituciones culturales que buscan preservar y difundir su patrimonio de forma segura y eficaz. Aplicar estas normativas contribuye a que el proceso sea más riguroso y controlado.

El cumplimiento de estas normativas no solo aporta consistencia técnica y calidad visual, sino que permite documentar todo el proceso y justificar cada decisión tomada durante la digitalización. Además, pueden preservar las imágenes, comprender sus características o validar su idoneidad para ser difundidas. Disponer de esta información técnica detallada permite conservar el contexto de digitalización y consultar los datos en el futuro con total fiabilidad. En definitiva, mejora el valor y la longevidad del trabajo realizado, aportando confianza a quien consulta o reutiliza los documentos digitalizados.

Aplicación práctica de las normativas en la digitalización bibliográfica

Los estándares internacionales no deben verse como una barrera, sino como una guía que ayuda a tomar decisiones adecuadas en cada proyecto de digitalización. Estas normativas orientan nuestro trabajo en aspectos clave como la resolución, la fidelidad del color, la preservación física del documento o la documentación técnica del proceso.

Desde la selección del escáner más adecuado hasta la iluminación o la forma de manipular el material original, cada detalle influye en el resultado final. Aplicar correctamente estas directrices permite mantener la coherencia entre proyectos, garantizar la calidad de las imágenes y asegurar que el documento digital conserve todo el valor informativo del original.

En los siguientes apartados veremos cómo se traduce esto en la práctica diaria, a través de las normativas FADGI, Metamorfoze e ISO 19264.

FADGI: calidad visual ajustada al uso final

La Federal Agencies Digital Guidelines Initiative (FADGI) es una referencia básica para cualquier proyecto de digitalización. Propone niveles de calidad —de una a cuatro estrellas— que ayudan a definir el tipo de imagen necesario según su uso: visualización general, investigación detallada o reproducción facsímil. Esta clasificación nos obliga a reflexionar antes de empezar: ¿qué finalidad tendrán estas imágenes? ¿Qué exigencias técnicas conlleva?

Desde la perspectiva del digitalizador, FADGI implica controlar aspectos como la resolución, la profundidad de bits, la fidelidad del color o la homogeneidad de la iluminación. Alcanzar niveles altos —como el de tres o cuatro estrellas— requiere calibrar equipos con precisión, realizar pruebas y validar los resultados en cada paso. En definitiva, FADGI nos proporciona un marco técnico claro para garantizar una calidad visual coherente con los objetivos del proyecto.

Metamorfoze: seguridad del documento y contexto técnico

De origen neerlandés y adoptada por muchas bibliotecas europeas, Metamorfoze es un referente global para la digitalización con fines de preservación, asegurando que la transformación de los materiales en papel hacia el formato digital sea tan precisa y completa que la copia digital pueda servir como un sustituto fiable del original, garantizando así la supervivencia de su contenido a largo plazo. Es una estrategia vital en la lucha contra la degradación natural del patrimonio bibliográfico.

Desde el punto de vista técnico, Metamorfoze plantea exigencias de calidad de imagen similares a las de FADGI, pero también pone el foco en cómo se realiza el proceso y en el estado del documento. Da especial relevancia a los metadatos, recomendando registrar información sobre las características del original, el entorno técnico del escaneo y cualquier daño o particularidad detectada. Todo esto contribuye a una mejor interpretación, preservación y reutilización de las imágenes digitales.

ISO 19264: evaluación objetiva y pruebas técnicas

La norma ISO 19264 establece un conjunto de requisitos técnicos y métodos de evaluación para asegurar la calidad de las imágenes digitales generadas en proyectos de patrimonio cultural. A diferencia de FADGI o Metamorfoze, su enfoque es más técnico y cuantitativo. Aquí entran en juego pruebas específicas de resolución óptica, precisión del color, respuesta tonal o distorsión geométrica.

Para quienes trabajamos en digitalización, ISO 19264 representa una herramienta de validación: permite medir con precisión el rendimiento del equipo, comparar resultados entre proyectos y demostrar que se cumplen unos criterios objetivos. Aplicar esta norma implica conocer bien las capacidades del escáner, utilizar patrones de prueba, registrar los resultados y ajustar el flujo de trabajo cuando sea necesario.

El digitalizador como intérprete técnico de las normativas

Más allá de su contenido técnico, estas normativas deben interpretarse con criterio. El digitalizador no solo aplica especificaciones: toma decisiones constantes para equilibrar calidad, conservación y eficiencia. Elegir la resolución más adecuada, evitar reflejos en una página brillante o capturar fielmente los matices de una ilustración antigua son tareas que requieren conocimiento técnico y sensibilidad por el valor del documento.

Comprender los principios de FADGI, Metamorfoze e ISO 19264 nos convierte en profesionales más sólidos, capaces de argumentar nuestras decisiones, anticipar errores y aportar valor al proyecto más allá del resultado visual.

La digitalización del patrimonio bibliográfico es un trabajo silencioso, pero de enorme impacto. Aplicar bien las normativas internacionales no solo garantiza imágenes de calidad, sino que protege los documentos y facilita su reutilización. Desde Baratz acompañamos a las bibliotecas en esta tarea, aportando herramientas, formación y soporte técnico especializado.

Si estás iniciando un proyecto de digitalización o quieres mejorar los procedimientos actuales, no dudes en contactar con nuestro equipo técnico. Te ayudamos a hacerlo bien, desde el principio.

Luis Fernando Méndez

Documentalista en Baratz