Los 7 principios básicos que toda biblioteca cumple en cuanto a la libertad intelectual

3 diciembre, 2019 at 08:06

La libertad intelectual es un derecho fundamental de las personas, al igual que el acceso a la información. En las bibliotecas conviven ambos derechos, los cuales buscan dotar a las personas de contenidos apropiados a sus pensamientos y opiniones. En la actualidad no quedan muchos espacios donde prime la neutralidad informativa y la pluralidad temática concentrada en un lugar de encuentro e integración. Es por eso por lo que la defensa de las bibliotecas debe prevalecer para que la sociedad pueda seguir teniendo voz propia e individual.

La libertad intelectual es un derecho fundamental de las personas

En las bibliotecas tienen cabida todas las personas independientemente de su condición social, cultural o económica. Estos espacios democráticos e inclusivos ofrecen información temática diversa y variada teniendo en cuenta sus múltiples objetivos y a la comunidad de personas a la que sirven. La libertad de expresión la llevan por bandera, al igual que el desafío contra la censura o las restricciones ideológicas. Además, las bibliotecas son espacios neutrales en los cuales prima la privacidad y confidencialidad de sus usuarios.

Por ejemplo, la American Library Association (ALA) aboga y educa activamente a las bibliotecas para que defiendan la libertad intelectual de las personas desde 1939 a través de la declaración «Library Bill of Rights»:

La libertad intelectual es un valor fundamental de la profesión bibliotecaria y un derecho básico en nuestra sociedad democrática. Una biblioteca con apoyo público proporciona acceso gratuito, equitativo y confidencial a la información para todas las personas de su comunidad.

A continuación, reproducimos dicha declaración, la cual fue adoptada el 19 de junio de 1939 y enmendada el 29 de enero de 2019.

La Declaración de Derechos de la Biblioteca de la ALA

La American Library Association (ALA) afirma que todas las bibliotecas son foros de información e ideas, y que las siguientes políticas básicas deben guiar sus servicios.

  1. Se deben proporcionar libros y otros recursos bibliotecarios para el interés, información e iluminación de todas las personas de la comunidad a la que sirve la biblioteca. Los materiales no deben excluirse por el origen, los antecedentes o las opiniones de quienes contribuyeron a su creación.
  2. Las bibliotecas deben proporcionar materiales e información que presenten todos los puntos de vista sobre temas actuales e históricos. Los materiales no deben ser proscritos o retirados debido a la desaprobación partidista o doctrinal.
  3. Las bibliotecas deben desafiar la censura en el cumplimiento de su responsabilidad de proporcionar información e iluminación.
  4. Las bibliotecas deben cooperar con todas las personas y grupos interesados en resistirse a la restricción de la libertad de expresión y el libre acceso a las ideas.
  5. El derecho de una persona a usar una biblioteca no debe ser negado o abreviado debido a su origen, edad, antecedentes o puntos de vista.
  6. Las bibliotecas que ponen espacios de exhibición y salas de reunión a disposición del público al que sirven deberían poner a disposición esas instalaciones de manera equitativa, independientemente de las creencias o afiliaciones de las personas o grupos que soliciten su uso.
  7. Todas las personas, sin importar su origen, edad, antecedentes o puntos de vista, tienen derecho a la privacidad y confidencialidad en el uso de su biblioteca. Las bibliotecas deben defender, educar y proteger la privacidad de las personas, salvaguardando todos los datos de uso de la biblioteca, incluida la información de identificación personal.

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