¿Sabes cuáles son las ciencias auxiliares de la Archivística?

21 octubre, 2021 at 08:01

La Archivística surge como ciencia a principios del siglo XIX, ligada al desarrollo teórico del principio de procedencia. La Archivística es la ciencia que se ocupa de los archivos, es decir, la ciencia que se ocupa de los conjuntos orgánicos de documentos y su objetivo es establecer la doctrina científica de formación, de organización, de conservación y de utilización de los archivos. 

La Archivística surge como ciencia a principios del siglo XIX

El Diccionario de Terminología Archivística español dio, en 1993, la siguiente definición sobre Archivística: «Disciplina que trata de los aspectos teóricos y prácticos (tipología, organización, funcionamiento, planificación, etc.) de los archivos y el tratamiento archivístico de sus fondos».

Existen otras ciencias (Diplomática, Paleografía, Sigilografía, etc.) que también se ocupan de los documentos de archivos, pero de forma distinta que la Archivística. La Archivística necesita recurrir a otras ramas del conocimiento para alcanzar sus objetivos.

Las ciencias auxiliares de la Archivística

1. Paleografía

El término paleografía proviene del griego paleos (antiguo) y grafía (escritura). Es el estudio de las escrituras antiguas trazadas sobre soportes materiales suaves (papel, papiro o pergamino), mientras que las trazadas sobre materias escriptorias duras (mármol, bronce, etc.) pertenecen a la Epigrafía. El primero que empleó el término fue el benedictino francés Bernard Montfaucon en su obra Paleographia graeca, en 1708. Últimamente el término Paleografía se entiende en un sentido más amplio, el cual aborda, además de los signos gráficos, los elementos que intervienen en la escritura: soportes, instrumentos, procedimientos de ejecución, etc.

Los objetivos de la paleografía son: leer y descifrar los signos gráficos; hacer un examen sistemático de las escrituras y de los monumentos escritos para poder situarlos en el tiempo y en el espacio; y por último, analizar la naturaleza de los signos gráficos.

El archivero hace uso de la paleografía para realizar diversas tareas en su trabajo con fondos antiguos, aunque no necesite estar especializado en esta materia. Necesita de la paleografía para leer y entender los manuscritos anteriores al siglo XVII, momento a partir del cual la escritura humanística o actual se extendió. También es útil para situar en el tiempo y en el espacio, aquellos manuscritos que no ofrecen información acerca de su datación y su localización geográfica.

2. Diplomática

El término diploma viene del griego y quiere decir doblado o plegado en dos partes, haciendo referencia a los documentos que se cerraban mediante una doblez para proteger su contenido. La Diplomática es la ciencia que analiza el documento en todo su conjunto, especialmente en su forma, su génesis, su evolución, su tradición y su conservación.

El objeto de la Diplomática lo forman todos los documentos, desde los más antiguos hasta los actuales. La diplomática tiene en cuenta la forma del documental, no solo material y externa (soporte y tintas), sino también interna, es decir, la estructura del documento (protocolo, texto y escatocolo); las fórmulas empleadas en su redacción; la génesis; y las fases por las que ha pasado el documento. Tiene como objetivo distinguir entre documentos auténticos y falsos, desde el punto de vista documental, aunque su campo de acción se limite al de la historia. La falsedad documental contemporánea es objeto de la documentoscopia (rama forense de la policía científica). La Diplomática ayuda al archivero a conocer la tradición documental, evaluar la autenticidad del documento y conocer la tipología diplomática.

3. Cronología

Cronología procede del griego cronos (tiempo) y logos (tratado) y es la disciplina que estudia la medida del tiempo, pero hay que distinguir entre cronología matemática o astronómica y cronología técnica. Es esta última el objeto de atención de la Archivística, ya que permite situar los acontecimientos en el desarrollo de la historia de la humanidad.

La Cronología o Cronografía nos da las pautas para traducir cualquier tipo de datación al cómputo actual, con el fin de situar los documentos correctamente en el tiempo. Para el archivero la cronología es imprescindible para identificar las fechas correspondientes de los documentos históricos, especialmente los medievales.

4. Historia

La Archivística recurre a la historia para comprender el contexto en el que los documentos han sido creados y también para comprender el devenir de la institución que ha producido cada fondo de archivo.

La relación de la Archivística con la historia es estrecha, puesto que los documentos son la fuente básica de investigación e información para la historia. Y por otro lado, los documentos son la muestra de la actividad de las personas, físicas o morales, que los han producido a lo largo del tiempo. La historia permite comprender la forma y el orden en la que se han originado los documentos; conocer la estructura orgánica, las funciones y actividades desarrolladas; y permite comprender la razón de los documentos y de las agrupaciones documentales.

La historia tiene una serie de ciencias auxiliares que, a su vez, están muy ligadas a la Archivística, ciencias como: la sigilografía, el estudio científico de los sellos empleados como medio adecuado para autorizar documentos (la sigilografía es una disciplina arqueológica auxiliar de la historia); la genealogía, también conocida como historia familiar, es el estudio y seguimiento de la ascendencia y descendencia de una persona o familia; la heráldica, disciplina que estudia los escudos de armas de una familia, dinastía, una institución o una localidad; la vexilología, ciencia que estudia los estandartes y las banderas; y la numismática, que se encarga de estudiar las monedas y las medallas.

5. Derecho

El Derecho es una disciplina clave para conocer el corpus legal que rige los procesos y las actividades que se plasman en forma de documentos. La importancia que tiene para la Archivística viene dada por la naturaleza de los propios documentos: tanto los públicos como los de carácter privado proceden de actividades sujetas a la ley.

El archivero, sin necesidad de ser un experto jurista, debe conocer determinados campos del derecho. Debe conocer la legislación básica del Estado (la Constitución y el Estatuto de Autonomía de la propia comunidad); la legislación rectora del sector al que se adscriba la entidad en la que trabaja el archivo; la legislación de ámbito archivístico, como por ejemplo la Ley de Patrimonio Histórico Español; y también debe conocer la legislación sobre el procedimiento administrativo, como por ejemplo la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, la Ley del Procedimiento Administrativo Común, el Esquema Nacional de Interoperabilidad o el Esquema Nacional de Seguridad, entre otras.

6. Lingüística

La Lingüística es la ciencia que estudia la lengua humana y tradicionalmente ha sido empleada como auxiliar para el trabajo con textos históricos, utilizando los conocimientos de la gramática histórica para su estudio crítico.

El archivero y otros profesionales de la información trabajan con la lengua y su conocimiento sirve para evaluar productos lingüísticos: sistemas de traducción automática, bancos terminológicos, sistemas de indización, crear correctores ortográficos y de estilos, analizadores, etc.

7. Las tecnologías de la información y de la comunicación

Podemos definir las tecnologías de la información y de la comunicación como el conjunto de medios informáticos (físicos y lógicos) que sirven para la captura, el almacenamiento, el tratamiento y la difusión informatizada de la información. Desde sus inicios en la década de los 40, el desarrollo de estas tecnologías ha llegado a todos los sectores, hasta el punto de hacerse imprescindible en la sociedad desarrollada. También lo es para la función archivística, desde un doble punto de vista: como herramienta aplicada al desarrollo de sus actividades, desde esta perspectiva la tecnología ofrece sistemas para automatizar los procesos técnicos del archivo: descripción, clasificación, acceso y difusión, gestión de espacios, etc. por lo general aplicados a fondos documentales en papel; y el otro punto de vista es como entorno donde se producen y se gestionan los documentos, es decir, son entornos en los que los individuos y las organizaciones desarrollan sus actividades, de modo que en ellos se crean, se utilizan y se conservan documentos electrónicos. Así, las exigencias de normalización que demandan las tecnologías han hecho avanzar a la Archivística.

Silvia Santos Collado

Consultora en Marketing y Comunicación Digital en Archivos/ECM

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