Las bibliotecas escolares son un recurso realmente útil para el alumnado de los centros educativos. Estas son un elemento inigualable que garantizan el apoyo formativo, informativo y de entretenimiento, además del crecimiento personal y profesional de la comunidad educativa. La Dirección de los centros educativos debe velar por garantizar el servicio de las bibliotecas escolares como parte importante en el desarrollo y crecimiento de las personas que integran los centros que dirigen.  

Recientemente han sido traducidas al español las «Directrices de la IFLA para la Biblioteca Escolar». Un documento cuyas directrices representan un compromiso entre lo que las bibliotecas escolares aspiran alcanzar y lo que razonablemente pueden alcanzar. Además, estas sirven de guía para crear bibliotecas escolares relevantes para las necesidades de aprendizaje de toda la comunidad educativa a la que sirven.

Una biblioteca escolar es el espacio de aprendizaje físico y digital de una escuela donde la lectura, la indagación, la investigación, el pensamiento, la imaginación y la creatividad son fundamentales en el viaje de la información al conocimiento de los estudiantes y para su crecimiento personal, social y cultural.

Dentro de este documento hay un apartado que nos gustaría resaltar, y es el de las recomendaciones desarrolladas para ser utilizadas por el personal bibliotecario escolar y las personas tomadoras de decisiones. El objetivo de las mismas es garantizar que todos los estudiantes y profesores tengan acceso a servicios y programas de biblioteca escolar efectivos brindados por el personal calificado de la biblioteca escolar. Como puntos destacados de dichas recomendaciones, cabría señalar:

1. La necesidad de contar con personal bibliotecario cualificado que comprenda su rol y responsabilidades dentro del centro y que trabaje mano a mano con la dirección y el profesorado. Además, que ejerza sus principales funciones de instrucción (alfabetización, lectura, enseñanza de investigación, integración de tecnología y desarrollo profesional de docentes), gestión de la biblioteca, liderazgo y colaboración con la comunidad educativa, participación y promoción de los servicios.
2. La creación de una colección acorde al plan de estudios y la disposición de recursos que apoyen la enseñanza y el aprendizaje. Además, las bibliotecas escolares se deben apoyar en otras bibliotecas y profesionales.
3. La disposición de un plan de crecimiento y desarrollo de la biblioteca escolar apoyado en el Manifiesto de la Biblioteca Escolar de la IFLA/UNESCO, la evaluación del desempeño, el apoyo en una legislación local / nacional. Además, fundamentado en la comunicación para favorecer su conocimiento, utilización y crecimiento.

Por cierto, aquellos centros educativos o profesionales que quieran utilizar estas recomendaciones como un aspecto de planificación, desarrollo, promoción o evaluación de sus bibliotecas escolares, pueden consultar la lista de verificación que aparece en el Apéndice D de las directrices de la IFLA.

Recomendaciones para crear bibliotecas escolares útiles y efectivas para la comunidad educativa

Recomendación 1. La misión y los propósitos de la biblioteca escolar deben expresarse claramente en términos que sean consistentes con los principios del Manifiesto de la Biblioteca Escolar de la IFLA/UNESCO y los valores expresados en la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los pueblos indígenas y en los valores fundamentales de la IFLA.

Recomendación 2. La misión y los propósitos de la biblioteca escolar deben definirse en términos que sean coherentes con las expectativas de las autoridades educativas nacionales, regionales y locales, y también con los resultados de los planes de estudio de la escuela.

Recomendación 3. Debe existir un plan para el desarrollo de las tres características necesarias para el éxito de una biblioteca escolar; un bibliotecario escolar cualificado; una colección que apoya el plan de estudios de la escuela; y un plan explícito para el crecimiento y desarrollo continuo de la biblioteca escolar.

Recomendación 4. El monitoreo y la evaluación de los servicios y programas de la biblioteca escolar, así como el trabajo del personal de la biblioteca escolar, deben realizarse de forma regular para garantizar que la biblioteca escolar satisfaga las necesidades cambiantes de la comunidad escolar.

Recomendación 5. Debe existir legislación sobre bibliotecas escolares, a un nivel o niveles gubernamentales apropiados, para garantizar que las responsabilidades legales estén claramente definidas para el establecimiento, el apoyo y la mejora continua de las bibliotecas escolares accesibles para todos los estudiantes.

Recomendación 6. La legislación sobre bibliotecas escolares debe estar en vigor, a un nivel o niveles gubernamentales apropiados, para garantizar que las responsabilidades éticas de todos los miembros de la comunidad escolar estén claramente definidas, incluidos derechos como equidad de acceso, libertad de información y privacidad, derechos de autor y propiedad intelectual, y el derecho de los niños a saber.

Recomendación 7. Los servicios y programas de bibliotecas escolares deben estar bajo la dirección de un bibliotecario escolar profesional con educación formal en bibliotecología escolar y enseñanza en el aula.

Recomendación 8. Las funciones de un bibliotecario escolar profesional deben definirse claramente para incluir instrucción (es decir, alfabetización y promoción de la lectura, centrada en la investigación y basada en recursos), gestión de la biblioteca, liderazgo y colaboración en toda la escuela, participación de la comunidad y promoción de los servicios bibliotecarios.

Recomendación 9. Todo el personal de la biblioteca escolar –profesional, paraprofesional y voluntario- debe comprender claramente sus roles y responsabilidades para trabajar de acuerdo con las políticas de la biblioteca, incluidas aquellas relacionadas con la equidad de acceso, el derecho a la privacidad y el derecho a saber para todos los usuarios de la biblioteca.

Recomendación 10. Todo el personal de la biblioteca escolar debe esforzarse por desarrollar colecciones de recursos físicos y digitales coherentes con el plan de estudios de la escuela y con las identidades nacionales, étnicas y culturales de los miembros de la comunidad escolar; también deben esforzarse por aumentar el acceso a los recursos a través de prácticas como la catalogación, la conservación y el intercambio de recursos.

Recomendación 11. Las instalaciones, equipos, colecciones y servicios de la biblioteca escolar deben apoyar las necesidades de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes y profesores; estas instalaciones, equipos, colecciones y servicios deben evolucionar a medida que cambian las necesidades de enseñanza y aprendizaje.

Recomendación 12. Las conexiones entre las bibliotecas escolares y con las bibliotecas públicas y las bibliotecas académicas deben desarrollarse para fortalecer el acceso a los recursos y servicios y fomentar sus responsabilidades compartidas para el aprendizaje permanente de todos los miembros de la comunidad.

Recomendación 13. Las actividades de instrucción básicas de un bibliotecario escolar deben centrarse en: alfabetización y promoción de la lectura; instrucción en alfabetización mediática e informacional; enseñanza basada en la investigación; integración de tecnología; y desarrollo profesional de los docentes.

Recomendación 14. Los servicios y programas proporcionados a través de la biblioteca escolar deben ser desarrollados en colaboración por un bibliotecario escolar profesional que trabaje en conjunto con el director, los líderes del plan de estudios, los colegas docentes, los miembros de otros grupos bibliotecarios y los miembros de la comunidad cultural, lingüística, indígena, y otras poblaciones únicas para contribuir al logro de las metas académicas, culturales y sociales de la escuela.

Recomendación 15. La práctica basada en evidencias debe guiar los servicios y programas de una biblioteca escolar y proporcionar los datos necesarios para mejorar la práctica profesional y para asegurar que los servicios y programas de una biblioteca escolar hagan una contribución positiva a la enseñanza y el aprendizaje en la escuela.

Recomendación 16. El uso y apoyo de los servicios y programas de una biblioteca escolar deben mejorarse mediante una comunicación planificada y sistemática con los usuarios de la biblioteca escolar -actuales y potenciales- y con los interesados y los responsables de la toma de decisiones de la biblioteca.

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