Dedicar un espacio para construir una pequeña biblioteca personal resulta algo complicado. El precio del alquiler y de la compra de la vivienda hace que no dispongamos de todo el espacio que nos gustaría tener, y muchas veces los grandes sacrificados son los libros. Sin embargo, existen estudios que avalan los beneficios de disponer bibliotecas personales en el hogar. Estas influyen positivamente, sobre todo, en el desarrollo personal de los peques de la casa, por lo que las ventajas de adecuar un espacio para la creación de una pequeña biblioteca doméstica se multiplican.

Según el estudio «Scholarly culture: How books in adolescence enhance adult literacy, numeracy and technology skills in 31 societies», dirigido por Joanna Sikora de la Universidad de Australia:

“Sumergir a los niños en entornos orientados a los libros beneficia su posterior logro educativo, sus logros y su posición ocupacional. Se ha interpretado que estos hallazgos sugieren que la socialización orientada a los libros, indicada por el tamaño de la biblioteca en el hogar, equipa a los jóvenes con gustos, habilidades y conocimientos para toda la vida”.

Por esta razón, es nuestra responsabilidad, y se hace imprescindible, dotar a nuestro hogar con un espacio dedicado a los libros para que los niños puedan desarrollarse de una forma sólida en todas sus facetas.

En el estudio se realizaron encuestas a jóvenes de 16 años de 31 países diferentes entre 2011 y 2015. El objetivo era conocer el tamaño medio de las bibliotecas domésticas por ámbitos geográficos. En la siguiente tabla se puede observar como el tamaño medio mayoritario de libros en los hogares es de 65 volúmenes, exceptuando Chile, Italia, Grecia y Singapur cuyo tamaño principal es de 5 volúmenes. En el otro extremo destacan los países escandinavos y del este de Europa con bibliotecas domésticas con un mayor número de libros. En España predominan las bibliotecas personales de unos 65 libros seguidas de las de alrededor de 5 y 20 volúmenes, por lo que aún nos queda un largo camino por recorrer.

Tal y como afirma el estudio, existe una gran diferencia entre los jóvenes que crecen sin libros en el hogar y los que viven rodeados de unos 80 volúmenes en cuanto a sus niveles de alfabetización:

«Crecer con casi ningún libro se asocia con niveles de alfabetización de aproximadamente la mitad de una desviación estándar por debajo de la media de la muestra agrupada. El hecho de haber tenido aproximadamente 80 libros en la biblioteca personal eleva los niveles de alfabetización a la media, mientras que, a partir de unos 350 libros, muestra que un mayor crecimiento en el tamaño de la biblioteca no está asociado con un aumento significativo de la alfabetización.»

En el último informe PISA de la OCDE se refrendan los argumentos dados por el estudio realizado por Joanna Sikora. Lo que argumenta PISA es que tener libros en casa mejora, y mucho, las capacidades académicas de los alumnos. Luis Alemany afirma en su artículo «Por qué tener una casa con 500 libros da tres años de ventaja escolar a tus hijos» publicado en El Mundo que:

En España, por ejemplo, los niños de 15 años que vienen de casas con menos de 11 libros obtuvieron en el último examen de PISA 423 puntos. En cambio, los que venían de hogares con más de 500 libros lograron 540 puntos, un 27,65% más. «En PISA consideramos que 40 puntos equivalen a un año académico, de modo que esos 117 puntos de distancia son casi tres años de diferencia», explican, desde París, fuentes de la OCDE, el organismo que elabora el estudio.

Sin lugar a dudas, las conclusiones de estos estudios demuestran que uno de los fines fundamentales de cualquier familia debe ser armar una biblioteca personal en casa con los suficientes volúmenes como para que los niños (y también los adultos) disfruten y puedan desarrollarse de una manera óptima de acuerdo a su edad.

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